Prosalus es una ONGD que trabaja desde 1985 por la promoción de la salud en Bolivia, Perú y Mozambique. Partimos de la convicción de que cualquier persona, por el hecho de serlo e independientemente de su raza, credo, sexo, nacionalidad, lugar de residencia, estado civil o cualquier otra circunstancia, tiene un conjunto de derechos que son universales, inviolables e inalienables, entre los que se encuentran el derecho humano a la salud, a la alimentación y al agua.



29 mar 2010

Agua limpia para un mundo sano

“Agua limpia para un mundo sano” es el lema propuesto por las Naciones Unidas para conmemorar este año el Día Mundial del Agua. Este llamamiento choca con la realidad: aproximadamente 900 millones de personas no tienen acceso al agua potable, el 40% de la población mundial carece de sistemas de saneamiento básico y casi 10.000 personas mueren cada día por enfermedades evitables, relacionadas con el agua o con el saneamiento deficiente. Mientras tanto, el acceso al abastecimiento y al saneamiento sigue sin ser considerado como un derecho humano plenamente reconocido.

El acceso universal al agua potable y al saneamiento es un objetivo estrechamente ligado a la consecución de todos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Nuestras necesidades más básicas dependen de ella: la alimentación, la inmunidad a ciertas enfermedades, el desarrollo económico y social, el equilibrio medioambiental, incluso nuestra cultura. Sin agua es imposible alimentar a 1.200 millones de personas que padecen hambre; llevar energía doméstica a los 2.000 millones de personas que carecen de ella y evitar que un millón de personas mueran a casusa de la malaria. Alcanzar la meta fijada de reducir a la mitad para el año 2015 el porcentaje de personas con acceso sostenible al agua y a unos servicios básicos de saneamiento permitiría evitar cerca de 500.000 muertes al año.

Aprovechando la presidencia española de la Unión Europea, la Coordinadora española de ONGD ha pedido al Gobierno de España:
• Reiterar la necesidad de reconocer el acceso al agua y saneamiento como un derecho humano y que la UE deje de considerar los servicios asociados como un recurso económico, sujeto a normas de mercado.
• Que la UE apoye las iniciativas de Naciones Unidas relacionadas con el derecho humano al agua y saneamiento.
• Que la UE establezca una estrategia conjunta para la gestión pública eficiente, transparente y participativa de los recursos hídricos, como derecho humano.

El problema de gestión: la escasez

Uno de los principales problemas radica en el que el agua dulce es un recurso finito y vulnerable. El aumento de la población, su derroche por parte de la industria y la agricultura, la contaminación y el cambio climático vienen a agravar la crisis del agua.

Los hidrólogos evalúan la escasez a través del binomio población-agua, fijando el umbral nacional apto para satisfacer las necesidades de agua en todos los usos y sectores en 1.700 metros cúbicos por persona. Si no alcanza los 1.000 metros cúbicos hablamos de estrés hídrico y por debajo de los 500 de escasez absoluta.

De ahí la urgencia de una gobernabilidad del agua organizada y coherente. Porque una de las principales claves es que la insuficiencia de agua se debe a un ineficiente reparto de los recursos y al ineficiente suministro de servicios, agravado por la mala gestión, la falta de instituciones y de inversiones bien orientadas.

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