Prosalus es una ONGD que trabaja desde 1985 por la promoción de la salud en Bolivia, Perú y Mozambique. Partimos de la convicción de que cualquier persona, por el hecho de serlo e independientemente de su raza, credo, sexo, nacionalidad, lugar de residencia, estado civil o cualquier otra circunstancia, tiene un conjunto de derechos que son universales, inviolables e inalienables, entre los que se encuentran el derecho humano a la salud, a la alimentación y al agua.



14 may 2010

Visitando los proyectos de Casa do Gaiato

Pedro Abellán

Cuando me ofrecieron la oportunidad de viajar a Mozambique para visitar los proyectos de Casa do Gaiato en Boane (Maputo) y Estamos en Lichinga, me hizo mucha ilusión, por la oportunidad de conocer personalmente, a aquellas personas, que durante muchos años había conocido en los documentos que revisaba en la sede de Prosalus. Ahora puedo poner cara a aquellos nombres que tanto me llamaron la atención, como Deolinda, Felisarda, Almerinda, etc.

Lo primero que he descubierto en Mozambique, es que la idea preconcebida de que este es el tercer mundo, no es correcta, lo que me he encontrado es un mundo diferente al nuestro, pero que no calificaría de tercero, porque en muchos aspectos, mejora al nuestro en valores humanos, en cordialidad, donde la gente, a pesar de su visible pobreza, sonríe y es feliz.

Cuando Paloma y yo llegamos a Casa do Gaiato, tuve la impresión de entrar en Shangri-La, un pequeño paraíso, donde reina el amor y la alegría, con 140 niños en el centro, que pese a la situación adversa que han vivido anteriormente, ahora son felices y lo expresan cuando después de cenar, se arremolinan alrededor de la mesa de los adultos, para como en cualquier familia, pero ésta más numerosa, dar un beso y las buenas noches.

Al día siguiente de nuestra llegada, mientras Paloma tenía interminables reuniones de trabajo con los responsables de las distintas áreas, yo me dediqué a visitar las distintas comunidades donde está implantado el proyecto.

Acompañado por Lidia, coordinadora de prevención y Alberto, coordinador de emergencias, visité la comunidad de Mahenhane, donde nos recibió muy amablemente Carolina, coordinadora de esta escuela, con 160 niños de pre-escolar de 3 a 5 años, enseñándome todas las dependencias: comedor infantil, cocinas, escoliña, centro nutricional, escuela maternal, almacén de alimentos, etc. Donde puede comprobar la limpieza y el cuidado en todo los elementos del recinto, en perfecto estado de conservación y adaptados cada uno a las necesidades de los pequeños, según edades.

Es una alegría verles en clase o en las actividades de juegos en el patio, con sus caras de asombro y sus hermosos ojos negros mirándome fijamente por verme tan diferente. Algún pequeño de los de maternal, se asustaba de ver un hombre tan pálido y se escondía detrás de su cuidadora.

En la misma comunidad de Mahenhane, visitamos las casas de las personas mayores, que viven solos y tienen problemas de movilidad, por lo que al vivir juntos, se ayudan y cultivan su propio huerto, donde cultivan quiabo y frijol para su auto-abastecimiento y venden los excedentes.

Seguidamente visitamos Mahelane, saludando a Sauguina, la Coordinadora, que al igual que Carolina, nos enseña todas las dependencias. Por último visitamos Changalane, que dista unos 35 Km de Casa do Gaiato y nos recibe la Coordinadora, Carolina Matola, haciendo el mismo recorrido que en las otras escuelas. En esta comunidad tengo la ocasión de saludar a un grupo de agentes comunitarios, que nos hacen una representación escénica que utilizan para la sensibilización y prevención del sida. También visito el centro polivalente, actualmente parado, como consecuencia de un tornado que destruyó casi todas las cubiertas. En este centro, se producía aceite de semillas y harina de mandioca.

Al día siguiente, Paloma y yo, visitamos Massaca, la comunidad más próxima a Casa do Gaiato, donde se imparten los cursos del programa de adultos en turno de noche, para aquellos que están trabajando y siguen los estudios. Más de 400 alumnos, muchos de ellos provenientes de las otras comunidades a más de 35 Km, que con carreteras como éstas, se convierten en un infierno.

En todas las escuelas se repite la misma organización y estructuras, sólo cambia las caras de los niños y sus preciosos ojos, que te miran sorprendidos e interrogantes.

1 comentario:

  1. ENHORABUENA por toda la labor que estais realizando y por todo el trabajo que llevais acabo desde Prosalus.

    Un abrazo, Irma.-

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