Prosalus es una ONGD que trabaja desde 1985 por la promoción de la salud en Bolivia, Perú y Mozambique. Partimos de la convicción de que cualquier persona, por el hecho de serlo e independientemente de su raza, credo, sexo, nacionalidad, lugar de residencia, estado civil o cualquier otra circunstancia, tiene un conjunto de derechos que son universales, inviolables e inalienables, entre los que se encuentran el derecho humano a la salud, a la alimentación y al agua.



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6 oct 2016

VIAJAMOS A MOZAMBIQUE


Emmanuel Decordier viajará a Mozambique, entre el 15 y el 27 de octubre, para acompañar junto con nuestros socios locales los siguientes proyectos en curso:
  • “Mejora y equidad de acceso a la salud y Servicios Sociales Básicos en los distritos de Boane y Namaacha, especialmente para las personas más vulneradas”; financiado por la AECID y ejecutado en colaboración con la Fundaçao ENCONTRO.
  • “Promover la seguridad alimentaria en las comunidades del distrito de Magude”, apoyado por la Junta de Castilla y León y ejecutado en colaboración con el consorcio Atap y Kulima.
  • “Fortalecimiento de la red de organizaciones de soberanía alimentaria para su dialogo en políticas relacionadas con el derecho a la alimentación; financiado por la AECID y ejecutado en colaboración con ROSA.
También mantendrá encuentros y reuniones con PROGRESSO y  ESTAMOS, dos organizaciones comunitarias con las que también colaboramos,  y otras instituciones.

17 oct 2011

Por el hilo se saca el ovillo…

Diálogo abierto, por Emmanuel Decordier

¿Los derechos humanos? Sí, los conozco. Todos y todas somos iguales. Todos tenemos derecho a la salud, al agua, a la alimentación, a una vivienda digna.

Y uno vuela a Mozambique con los últimos datos, indicadores y porcentajes en la mochila. La salud materna-infantil mejoró, se mueren menos mujeres durante el parto, la esperanza de vida al nacer ha aumentado, los niños y niñas en su mayoría ya están escolarizados... Por supuesto, sí, queda aún mucho por hacer, pero parece que los Objetivos del Milenio ya no son del todo esa meta inalcanzable que se asomaba desde la ventana de la década pasada.

24 horas más tarde se llega al fin a Lichinga, Provincia de Niassa. Esta vez con una guinda: conmigo también desembarca mi maleta. Hay que centrarse rápidamente y recobrar los buenos hábitos “bom dia, obrigado. Estamos juntos!”. Como de costumbre hay que visitar a nuestros socios locales, conectar con la realidad del campo, sin perder de vista el seguimiento técnico y presupuestario de los proyectos en base a los requisitos de los donantes.

Y con la primera madrugada llega la primera salida. Y es cuando entonces datos, indicadores y otros porcentajes se quiebran en miles de pequeños pedazos. El aire en el viento.

Centenares de niñas, adolescentes y mujeres andan descalzas por el camino de tierra, con un niño colgado de la espalda y un cubo de agua o un palo de madera en la cabeza. Ellas aprovechan los muchos kilómetros que les separan del centro sanitario más cercano también para realizar labores domésticas. Aquí el tiempo - el presente- es oro. Ellas saben muy bien que la supervivencia de su familia, de su comunidad, de su país, reposa sobre su fuerza de voluntad y su capacidad. Todo cuelga de un hilo, el de su vida. Los colores de las capulanas y las sonrisas regaladas bailan detrás del cristal de mi ventana. Unas cuantas instantáneas que sólo haré con la mirada. Algunos niños se lanzan detrás del coche gritándome “¡Blanco! ¡Blanco!”. Me examino a mí mismo desde fuera y sí, yo también lo veo, soy blanco. El único. También miro hacia dentro y noto por los latidos acelerados de mi corazón, mi privilegio.

Privilegiado por haber nacido en el otro lado del mundo, desde donde se ratifican los tratados y se dictan los derechos humanos. Privilegiado por ir en coche con aire acondicionado en este mismo camino. Privilegiado por ir con mi botella de agua, preciado líquido embotellado.

Aquí como en todas partes del mundo el estado tiene obligación de garantizar los derechos de sus ciudadanos. Pero su población no se puede quedar parada a la espera de su ayuda. Además de luchar para garantizar su supervivencia, las comunidades se organizan y forman grupos de voluntarios para llevar a cabo campañas de prevención de enfermedades crónicas y sexualmente transmisibles, informar sobre las condiciones de higiene y saneamiento básico, realizar cuidados domiciliarios a los más enfermos y perjudicados de entre ellos. El trabajo es grande, las necesidades muchas veces básicas y vitales. Las organizaciones locales PROGRESSO y ESTAMOS, al igual que las numerosas asociaciones que trabajan sin descanso a lo largo de todo el país, lo saben mejor que nadie.

Aquí los derechos no se reciben en una bandeja servida. Se construyen y se velan desde el corazón de África.

Cuando vuelvo a mi cuarto al anochecer, mis ojos estremecidos se depositan sobre un libro que también viajó conmigo “El marco teórico para la aplicación del enfoque basado en derechos humanos en la cooperación para el desarrollo”. Una teoría que contrasta instantánea e inevitablemente con la realidad observada y vivida a lo largo de mi día.

Respiro hondo.
Somos una gota de agua.
Pero todos estamos vinculados.
Allí fuera Mozambique también cuenta conmigo. Por el hilo se saca el ovillo…

5 abr 2011

Viajes de seguimiento, Abril 2011

A lo largo del mes de abril nuestras compañeras y compañeros del departamento de cooperación estarán visitando diferentes proyectos que tenemos en marcha. Inician periplo Ángela Gago y Beatriz Llorente que estarán en Perú del 24 de marzo al 8 de abril visitando varios proyectos en zonas rurales de Cuzco. Participarán además en el taller sobre la guía de incidencia del derecho a la alimentación y después tendrán un encuentro de trabajo con nuestros socios Escaes y Adiar, que participan en el nuevo convenio de cooperación Perú-Bolivia que financia la AECID.

Emmanuel Decordier visitará Mozambique del 2 al 10 de abril, acompañado por una de nuestras voluntarias más activas, María Jesús Abellán. El viaje tendrá una duración de una semana y va a priorizar visitas institucionales y de seguimiento de proyectos en la provincia de Maputo, entre ellos los de Casa Do Gaiato, ESTAMOS y PROGRESSO. Entre otras actividades está prevista una reunión con los técnicos de la oficina técnica de cooperación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID); y un encuentro institucional con ESTAMOS para darles nuestro pésame por el reciente fallecimiento del coordinador de la sede en Maputo, el señor Alberto Jorge Savanguana.

Por último, María González viaja a Bolivia del 5 al 22 de abril para asistir con todos los socios de Prosalus en Bolivia al taller de la guía de incidencia del derecho a la alimentación. Otra actividad importante será el taller que permitirá avanzar en varios aspectos del periodo de arranque del Convenio de la AECID, como el sistema de seguimiento y recogida de datos on line. En la última etapa del viaje se reunirá con Yunta y la Coordinadora de la Mujer, institución con quien participará en una acción de incidencia de manera simultánea en 15 municipios.

8 nov 2010

Visita de campo con ESTAMOS

Emmanuel Decordier, desde Mozambique

Esta mañana empecé mi visita de campo junto al equipo de nuestro socio local, ESTAMOS. Una vez más mi retina se queda perpleja al ver las casitas de paja, los niños semidesnudos gritándome desde lejos “¡Blanco, blanco!” y cómo algunos rompen a llorar al ver el color lechoso de mi piel.

Paseo mi mirada a través del cristal del todoterreno, en una mañana calurosa. En todas partes están sentadas o pilando el trigo las mujeres, vestidas con capulanas, esas telas que rivalizan en colores, como para desafiar la dureza extrema de las condiciones de vida que les ha tocado vivir.

Durante la visita puedo ver las nuevas letrinas y las casas mejoradas para los enfermos de SIDA o para aquellos que viven en situación vulnerable. Visitamos tres pacientes, todas mujeres. La más joven apenas cumple los 15 años y todas me reciben con la humildad y el buen humor que les caracteriza. Una de ellas es una señora que se ha incorporado al programa de cuidados domiciliarios hace ya 2 años. Me dice que está muy contenta desde su acogida en el programa, ya que su marido y su familia la abandonaron a causa de la enfermedad. Me recibe en su hogar, una chocita sin techo, con una preciosa e infinita sonrisa.

Otra dura y bonita lección de vida…

6 oct 2010

Feliciano dos Santos en Mundo Solidario

Feliciano dos Santos, director de la ONG Estamos y uno de nuestros socios locales en Mozambique, participó en las jornadas “El sur innova: iniciativas para el desarrollo humano”, organizadas por la Junta de Castilla La Mancha y la Coordinadora castellano-manchega de ONGD, del 1 al 3 de octubre en Guadalajara.

Por este motivo, el progrma de Radio Exterior de España, Mundo Solidario, lo entrevistó el 4 de octubre de 2010. Aquí puedes escuchar lo que dio de sí (puedes acceder a la entrevista a partir del minuto 13).

Una nueva flotilla hacia Gaza (Mundo solidario)

21 may 2010

De Maputo a Lichinga con Estamos

Pedro Abellán

La segunda parte de nuestro viaje a Mozambique, fue la otra cara de la moneda. Me encontré con una realidad muy distinta de la que había vivido en Casa do Gaiato, con unas situaciones menos favorables, con más problemas de salubridad y un alto porcentaje de enfermos de sida.

El día 13 de Mayo, dejamos Maputo para volar a Lichinga en el distrito de Niassa, a unos 2500 Km al norte de Maputo, donde nos recibieron en el Aeropuerto, Paula y Simáo, miembros de la ONG local ESTAMOS, dirigida por una persona muy peculiar: Feliciano dos Santos, que con Simáo y otros compañeros, que además de ser socios fundadores, son componente del Grupo musical Massukos, que destina los ingresos por actuaciones y venta de grabaciones, a esta ONG.

Este mismo día visitamos una “machamba” o huerta comunitaria, donde encontramos a unas mujeres que azada en mano, estaban preparando la tierra para una nueva siembra. Una de ellas llevaba a su hijo/a, sujeto de forma segura a la espalda, con la “capulana”, prenda tradicional de la mujer mozambiqueña, mientras golpeaba con brío la tierra con la azada. Aquí es duro ser mujer y madre.

Al día siguiente, mientras Paloma viaja con Feliciano a la comunidad de Lago, yo visité las comunidades de Chinbonilla, unos poblados formados por cientos de viviendas o “payotas”, construidas con ramas y cañas, de un solo habitáculo circular y suelo de tierra. Aquí Prosalus está apoyando un proyecto de mejora de las condiciones de vida de personas afectadas por el sida, entre otras muchas acciones mediante la construcción de pozos para el abastecimiento de agua, que antes tenían que acarrear las mujeres desde varios kilómetros. Estos pozos han mejorando sus condiciones de salubridad y de vida.

En uno de estos núcleos de población nos reciben los líderes del mismo: el “regulo”, un hombre de avanzada edad, que representa la autoridad de esta comunidad, impartiendo justicia y tomado las decisiones que afectan a todos sus habitantes. También estaba el “secretario”, representante político del partido en el poder, y los voluntarios, figura creada por este proyecto para apoyar a la población y servir de enlace con los responsables de ESTAMOS.

El domingo día 15, volamos de regreso a Maputo y a la llegada, visitamos un barrio marginal de Maputo, Hulene B, que vive alrededor de un vertedero municipal de basura, que también es su medio de vida, recogiendo todo material susceptible de ser reciclado. Sus condiciones de salubridad dejan mucho que desear, donde ESTAMOS hace una labor muy importante, dotándoles de letrinas y llevando agua canalizada de la red municipal a unos puntos estratégicamente situados para el abastecimiento de sus habitantes.

Con la construcción de letrinas, junto a las pequeñas viviendas de este barrio, se ha conseguido bajar la incidencia de epidemias de cólera, de más de 400 casos a tan sólo 20. La rentabilidad sanitaria es evidente.

Como era domingo, observé en las calles de este poblado, a unos niños volando cometas, construidas con plásticos procedentes de bolsas atadas a unos simples juncos de bambú, que hacían volar con gran pericia, llenado el cielo de cometas, que se elevaban como expresión de sus ganas de vivir y de la ilusión de escapar de su dura realidad de vida. Aún así, se les veía jugar felices.

De regreso a España, me hice las siguientes reflexiones. No es necesario tener mucho para ser feliz. Más bien, la obtención del Estado de Bienestar, nos impide “saborear” la vida, como he podido constatar aquí. Y la segunda, es que en un país con una cultura como la de Mozambique, no es “rentable” ser mujer, porque a ellas les toca la peor parte de la injusta situación socio-económica en la que viven.