EL HAMBRE CONTEMPORANEA, LA MÁS CANALLA

Flashes del conversatorio con Martín Caparrós sobre su libro “El Hambre”

El viernes 20 de abril se ha celebrado un encuentro con Martín Caparrós en el Paraninfo de la Universidad de Oviedo, dentro del conjunto de actividades organizadas alrededor del II Encuentro de la Alianza contra el Hambre y la Malnutrición de España.

En un diálogo con el vicerrector de la Universidad, el escritor argentino ha ido explicando, con su profunda y radiofónica voz, algunas de las ideas, experiencias, vivencias y aprendizajes del duro proceso que ha sido para él escribir este libro.

A pesar de que cada día mueren más de 25.000 personas por causas relacionadas con el hambre, ni se ha construido ni se construye el relato sobre el hambre y sus víctimas. Hay cientos de millones de personas que viven vidas disminuidas por no comer lo necesario, pero no se habla de ello. No se trata del hambre impactante de las situaciones críticas de hambrunas; es un hambre crónica, que no es icónicamente poderosa, que es difícil de “imaginar” en el sentido real de convertir en una imagen que nos impacte.

El hambre contemporánea tiene una característica decisiva que la hace muy canalla: que existe al mismo tiempo que se producen alimentos de sobra para alimentar a toda la humanidad. Hay mecanismos que, sin buscar expresamente “hambrear” a todas esas personas, lo hacen como medio para conseguir sus fines. En otros casos, el hambre es parte del sistema de producción, como en el caso de las mujeres que trabajan explotadas en el sector textil en Bangladesh por sueldos de miseria y que soportan esa explotación por miedo a pasar hambre. Su hambre es funcional para el sistema. La acumulación de riqueza en menos manos cada vez es, en muchos casos, causa del hambre de muchas personas. El hambre de las personas más pobres, más que estar causada por su pobreza, está provocada por el exceso de riqueza.

El hambre se nos antoja un problema lejano. Quienes pasan hambre siempre son otras personas. El hambre está en la distancia. El hambre es una herramienta de presión y siempre beneficia a alguien.

A veces, los que aportan la asistencia alimentaria para las víctimas del hambre son los mismos que provocan las causas del hambre. El asistencialismo es una forma de perpetuar las causas del hambre y de olvidar el hambre estructural.

Estamos en una época en la que parece no haber proyecto de futuro y en la que el futuro asoma como una amenaza.